sábado, 16 de agosto de 2008

El Arqueólogo



Todo comenzó cuando José un arqueólogo muy reconocido empezó a estudiar la cultura Egipcia; el tenia como sueño hallar algo mas en esas ruinas que los demás investigadores de tiempos pasados, el se metió en los oscuros y tenebrosas cuevas a buscar algo, nunca visto por el hombre.
El y su equipo de investigación tuvieron un día muy agitado pero para José no fue así, pues el había encontrado un objeto que parecía una llave o un artefacto muy extraño, pero bueno el no quiso darlo a conocer todavía, quería estar bien seguro de que era ese objeto.
Al día siguiente fue muy temprano a las ruinas, por no decir que era el primero en llegar; ya que era muy temprano el decidió entrar solo pero lo que no sabia era lo que iba a encontrar adentro, el encontró una puerta pero lo raro era que estaba en el suelo, la limpio y se dio con la sorpresa que la herramienta para abrir era el objeto que se había encontrado.
El con miedo pero con la curiosidad de saber que había atrás de esa puerta, la abrió y salio una gran luz la cual ilumino toda esa zona. El vio una gran escalera que no tenia idea a donde se dirigía, el bajo; pero se le cerro la puerta, no le importo y siguió bajando, al finalizar esa escalera encontró una gran puerta; la cual tenia escrito un problema que decía así:
_Si tienes 1200 pobladores y solo tienes para mantener a 85%.
¿Cuántos pobladores son de nivel alto de pobreza?
José pensó y lo resolvió, cuando lo hizo se abrió la puerta, el entro y encontró unos manjares que nunca antes los había probado, siguió caminando y encontró otra puerta con otro problema que decía así:
_Si tienes 500 metros de tela y se desgarra 150 metros que por ciento de la tela esta en buen estado.
José lo pensó y lo resolvió; se abrió la puerta y vio las mas grandes y bonitas telas que había visto; termino de ver todas y se retiro.
Al subir la escalera se cayó y se golpeó la cabeza y se desmayado.
Al despertar vio aun hombre con ropa antigua que le decía que lo que avisto no puede ser revelado al mundo, el arqueólo lo entendió y juro que no lo revelaría.
El hombre se desvaneció y José se fue. Hablo con sus compañeros y se retiraron del lugar para ya nunca hacer más investigaciones.
Autor: Arevalo Espinoza belmark

2 comentarios:

Ernesto Ato dijo...

chevere e interesantes tus historias... hacen reflexionar

XIluisTX dijo...

Me parecen buenas las historias ya que tienen un mensaje con el fin de hacer cambiar a una perosna que esta mal emcaminada.